Escoger candados para bicicletas no es fácil dada la variedad de formatos que hay en el mercado. Pero es una decisión vital para la seguridad de tu bicicleta. Evitar posibles robos es una de las principales preocupaciones de los usuarios de bicicletas urbanas. Las bicicletas son uno de los objetivos predilectos de los ladrones por tratarse de objetos de valor relativamente fáciles de robar. Tanto que, según un estudio reciente, cada 5 minutos se notifica un robo de bicicleta en Europa.
Los candados para bicicletas son el sistema antirrobo más común y habitual. Existen modelos para todos los presupuestos y de diferentes tipos. El peso, las dimensiones, el nivel de seguridad o el tipo de cierre son algunos de los puntos a considerar cuando tenemos que escoger un candado para bicicleta.
A grandes rasgos podemos clasificar los candados para bicicletas en 3 familias:
Es uno de los formatos más populares gracias a la robustez que ofrece. El candado de arco está formado por piezas macizas, sin ningún tipo de mecanismo móvil externo más allá del propio sistema de cierre. Eso hace que ofrezcan un gran nivel de seguridad dado que es muy complicado romper alguna de sus piezas. En contra tienen su mayor volumen y peso, que los hace más complicados de transportar. En cuanto al cierre, los hay de todo tipo. Desde el habitual con llave a sistemas de combinación numérica e incluso modelos que se activan y desactivan con el teléfono móvil a través de una aplicación.
La opción más cómoda de transportar. Su forma compacta permite integrarlos de forma simple en la propia bicicleta para llevarlos siempre encima. Están formados por diferentes partes móviles que permiten pasar de su reducida dimensión cuando están recogidos al tamaño necesario para fijar la bicicleta cuando están completamente abiertos. Hay una gran variedad de medidas y materiales. Los cierres con llaves y con sistema numérico son los más habituales de este tipo de candados para bicicletas.
Combinar una cadena con un candado es el sistema más antiguo a la hora de asegurar nuestra bicicleta. Aquí podemos encontrar diferentes opciones de grosor y longitud de la propia cadena, así como candados de todo tipo. Aunque los de cierre con llave o por combinación numérica son los más usados. Es el sistema más flexible a la hora de usarlo, permitiendo fijar la bicicleta a un abanico de lugares más amplio que los sistemas más rígidos que hemos repasado anteriormente. Datos como el peso o el volumen pueden variar muchísimo según el modelo. Existe desde versiones ultra ligeras y compactas a auténticos tanques a prueba de cualquier cizalla. Por norma general, cuanto más seguros son mayor es su peso.