El casco obligatorio para ir en bicicleta es un tema recurrente en la actualidad que rodea al ciclismo, especialmente en los últimos años con el incremento de usuarios que emplean la bicicleta, tanto desde un punto de vista de ocio como, sobre todo, como vehículo para desplazamientos urbanos. Pero, ¿qué dicen las leyes?
La legislación en torno a todo lo que rodea el uso de la bicicleta está en constante evolución y busca adaptarse a los nuevos desafíos que plantea el crecimiento del número de ciclistas, tanto en entornos urbanos como en las carreteras. El uso obligatorio del casco se ha convertido en un tema de discusión habitual en cada nueva revisión de las leyes que afectan a los ciclistas.
Los últimos cambios introducidos al respecto han entrado en vigor el 21 de marzo de 2022, día en que se empezarán a aplicar las modificaciones introducidas en la Ley de Tráfico. Todo lo relativo al uso obligatorio del casco en bicicleta se mantiene prácticamente intacto. Eso significa que el uso del casco para ir en bicicleta es obligatorio para todos los menores de 16 años. Tal y como ya lo era hasta ahora. El uso del casco para ir en bicicleta en ciudad no es obligatorio para los mayores de 16 años, aunque sí recomendable. Sí es obligatorio usar casco cuando se circula por vías interurbanas.
Los cambios introducidos en la Ley de Tráfico han ido orientados, especialmente, a los vehículos de movilidad personal (VMP). Aquí se engloban los patinetes eléctricos para los que sí es obligatorio usar casco en cualquier vía y entorno.
No existe una legislación común europea en lo que se refiere al uso del casco para ir en bicicleta. Cada país pone sus propias normas. Aunque la mayoría siguen un patrón común en la que la obligatoriedad de usar casco en entornos urbanos solo se aplica para niños y niñas hasta terminadas edades.
En nuestro país, las polémicas alrededor de implantar el uso obligatorio del casco para ir en bicicleta son recurrentes y, habitualmente, impulsadas por los colectivos menos próximos al movimiento ciclista real. Si bien el casco es un elemento de protección básico frente a lesiones en caso de caídas. El mayor aumento de seguridad para los ciclistas urbanos está en:
Estas son solo algunas de las medidas que reducen considerablemente los accidentes en entornos urbanos. Ese debe ser el pilar del desarrollo del ciclismo urbano. Trabajar en políticas que prevengan los accidentes. El uso obligatorio del casco hace percibir el uso de la bicicleta como algo peligroso y se convierte en un obstáculo para que más usuarios apuesten por la bicicleta en sus desplazamientos. Países Bajos, uno de los países con mayor implantación de la bicicleta como vehículo de transporte, tienen una de las tasas de uso del casco más bajas (1,1% según la Asociación de Ciclismo del país) pero también una de las tasas de accidentes en bicicleta más bajas de Europa. Lo que se explica gracias a sus infraestructuras específicas para ciclistas urbanos y una mayor cultura del uso de la bicicleta como medio de transporte.
Actualmente quedan muy pocas excusas para no usar casco para ir en bicicleta. La tecnología hace que los cascos actuales sean ligeros, ventilados e incluso con un estilo y diseño atractivos. Además, han incorporado multitud de avances en conectividad, mejora de la seguridad pasiva e incluso sensores para lanzar notificaciones en caso de caída. Pero la implantación obligatoria no parece la mejor medida en el actual momento de crecimiento del número de usuarios y, ha quedado demostrado, que el camino para aumentar la seguridad de los ciclistas es otro muy distinto.