En España existe un gran reto en términos de movilidad, y tiene mucho que ver con el uso de la bicicleta. Cada vez estamos más concienciados de que la movilidad en coche se puede reducir y con ello, mejorar nuestra salud, economía y ayudarnos a tener un mundo más limpio y sostenible.
El Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana destaca que se van a invertir 500 millones de euros para impulsar y fomentar el uso de la bicicleta. Este tipo de inversiones son las necesarias para concienciar a toda la población de que el cambio de hábitos en la movilidad de las ciudades es un tema que está cogiendo peso y a día de hoy, es una realidad muy necesaria.
A raíz de la pandemia se ha dado un gran impulso a la bicicleta y a otros medios de transporte más sostenibles y sobre todo, más baratos y “ecofriendly”. Según ha publicado la Red de Ciudades por la Bicicleta, hay un claro aumento del uso de la bicicleta en comparación a la etapa pre-pandemia:
No se trata de un medio de transporte sin más. También produce beneficios no solo para los usuarios, sino también para el resto de la ciudadanía, al liberar espacio y reducir la contaminación atmosférica y la emisión de ruidos.
La bicicleta está alcanzando un peso cada vez más importante en nuestra sociedad. Ha pasado de ser el medio de transporte de la infancia a convertirse en una opción en la vida diaria de las personas, independientemente de la edad y del status social.
Para ello, las iniciativas de los gobiernos locales y regionales vemos que cada vez van más orientadas a ir ofreciendo más ayudas económicas que propicien el aumento de los trayectos en bicicleta. Cada vez se van construyendo más carriles bici y se están reduciendo el número de plazas de aparcamiento, algo que permite dar más cabida, gradualmente, a parques y a jardines en las grandes ciudades.
También es importante destacar la implicación de sectores en las nuevas formas de movilidad. Por ejemplo, el sector hotelero es un gran impulsor de las alternativas para moverse por las ciudades, ofreciendo planes de visitas adaptados a las dos ruedas.
Este y muchos otros, han ido sumándose a la movilidad sostenible, convirtiéndose en agentes del cambio dispuestos a trabajar de forma conjunta en la transformación de las ciudades.