Hace unos días, recibíamos con emoción y entusiasmo el anuncio de la validación, por parte del Gobierno, del Proyecto de Ley de Movilidad Sostenible. Una norma que será aprobada en 2023, cumpliendo así con uno de los objetivos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) acordado con la Comisión Europea.
Al fin llegan cambios importantes y la movilidad para empresas juega un papel relevante en este nuevo escenario. Precisamente, uno de los puntos más destacados que introduce la nueva ley es la obligación para las compañías con más de 500 trabajadores por centro, o 250 por turno, de disponer de planes de movilidad sostenible al trabajo. Potenciar la movilidad activa, la eléctrica, la compartida o el transporte colectivo, o bien apostar por flexibilizar los horarios de entrada y salida y el teletrabajo, son las alternativas por las que podrán optar las empresas para cumplir la nueva normativa.
Un dato impactante y que justifica esta iniciativa es que, el 27% de las emisiones de gases de efecto invernadero proceden del transporte (5 puntos por encima de la media en Europa), motivo de sobra para ponerse manos a la obra y comenzar a implantar soluciones.
Sin duda, este renovado contexto va a suponer un cambio de paradigma en la movilidad para empresas, que posiciona la bicicleta eléctrica como una de las opciones más atractivas para promover un transporte sostenible a la par que efectivo; una herramienta imprescindible para contribuir a la descarbonización del transporte en los trayectos de ida y vuelta al trabajo.
La nueva ley viene a transformar, de manera decisiva, la forma en que nos desplazamos por la ciudad, buscando anteponer la movilidad activa (no motorizada, como caminar o ir en bici), a la par que promueve la digitalización del transporte, contribuyendo a la lucha contra el cambio climático y a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero.
En PANOT Mobility estamos convencidos de que“esta nueva ley ha llegado en un momento clave. La movilidad está evolucionando a un ritmo muy rápido y es importante que todos estemos preparados para afrontar este nuevo escenario. Si con este nuevo marco legal vamos a lograr una movilidad más sostenible para todos y con ello logramos reducir la emisión de CO2, cuidando del medio ambiente y mejorando nuestra calidad de vida, sin duda iremos por buen camino”.
“Es importante que las empresas sean conscientes del papel que juegan como agentes de cambio en este aspecto. Al fin y al cabo, la capacidad de impacto que pueden lograr a través de sus políticas RSC en la nueva cultura de la movilidad es muy alta. Nosotros lo tenemos claro: el poder de influencia y la responsabilidad de las compañías es determinante para lograr fomentar un compromiso a largo plazo y concienciar a los empleados de las infinitas posibilidades que ofrecen las nuevas formas de movilidad, entre ellas, la bicicleta eléctrica. Este medio de transporte repercute positivamente en el bienestar y en la salud de las personas, ya que en cada desplazamiento se realiza una actividad física moderada; además, aporta rapidez en los desplazamientos (especialmente por la ciudad al evitar atascos) y definitivamente, resuelve el problema del aparcamiento disponible”.
“En PANOT hemos venido a acelerar un proceso de cambio que ya está en marcha, y con esta idea en mente, hemos estado trabajando en soluciones de movilidad a medida que faciliten la implantación de PTTs (Planes de Transporte al Trabajo) a empresas. Con este objetivo, hemos lanzado PANOT Business, una línea de negocio que ofrece, a través de 3 planes, soluciones de movilidad sostenible personalizadas para la empresa y para sus empleados. Una fórmula sencilla y 100% adaptada a las necesidades reales de las empresas, donde damos asesoramiento y soporte personalizado desde el minuto uno. Ha llegado el momento de sumarse a la nueva cultura de la movilidad urbana: sostenible, saludable, inteligente y comprometida con el futuro”.
La futura ley constituirá el marco normativo necesario para que las políticas públicas de transporte y movilidad de las distintas administraciones puedan responder de forma más efectiva a las necesidades de los ciudadanos y a los retos del siglo XXI: la sostenibilidad, la digitalización, y la cohesión social y territorial.
Con la entrada en vigor de la nueva ley estaremos promoviendo una movilidad limpia y saludable entendida, por primera vez, como un derecho social, que apuesta por un sistema de transporte digital e innovador y por una mejor inversión al servicio de la ciudadanía.
La aprobación de esta norma va a suponer un antes y un después definitivo en la nueva era de la sostenibilidad. El futuro se presenta más esperanzador que nunca en términos de movilidad y la bicicleta eléctrica va a jugar un papel fundamental en este nuevo impulso de las ciudades sin carbono.
El cambio ya ha comenzado y es imparable, ¡vamos a darle a los pedales!